Deporte Balear

Apenas jugó a baloncesto, pero está presente desde hace 27 años en las canchas. No es árbitro, ni tampoco es técnico. Cámara en ristre, se dedica a filmar cada fin de semana varios partidos de baloncesto. Empezó con sus hijos, que jugaban –y siguen haciéndolo– al deporte de la canasta. Y ahora, también le toca el turno a su nuera y como no, a sus nietas. Toni Caldés, que en el día a día es autónomo –instalador electricista– nos cuenta de dónde le viene esta afición tan curiosa, lo que le ha permitido acumular hasta más de 3.000 partidos de baloncesto filmados en su casa.

– ¿Cómo comenzó todo?
– Hace ya muchos años, vi como el padre de un niño que jugaba en el Sant Josep filmaba con una cámara de VHS de aquel tiempo los partidos en que jugaba su hijo. Pero, solo lo hacia cuando su hijo salía a jugar. Entonces, cuando mis hijos comenzaron a jugar en San Agustín, decidí comprar – con dificultades, pero lo conseguí – una cámara para filmar todos los partidos que podía de mis hijos, primero de Dani – desde premini – y después de David. También, cuando ellos jugaron con la selección balear, también hacía los desplazamientos. Y ahora que están más crecidos, no quiero dejar de filmar, ya que para mí es un hobby muy guapo. La gente se ríe, mi familia me dice que estoy loco … pero cuando me haga mayor, supongo que mis hijos apreciarán lo estoy haciendo.

– ¿Cuántos partidos tiene grabados?
– Es difícil de calcular, pero creo que tengo entre 2.500 a 3.000 partidos grabados.

– Y supongo que más de uno le habrán pedido copias de grabaciones que haya realizado.
– Sí, pero soy muy egoísta en el sentido de que yo solo he grabado allí donde jugaban los míos. Solo cuando formé parte de la directiva del Levante Patronato, entonces grabé partidos aunque mis hijos no estuviesen allí, que de hecho nunca llegaron a jugar con este club. También he colaborado con el Esporles o Sant Josep, en torneos o eventos importantes que tuviesen. Eso sí, las cintas de los partidos grabados estaban a disposición de los clubes solo cuando yo colaboraba con ellos. Y pese a que he tenido experiencias negativas con según que entidades, saben que por lo general no tengo inconveniente en cederles copias de los partidos.

– ¿Qué le dice la gente cuando le ve?
– Cuando los chavales preguntaban cuándo saldrían, yo siempre les respondía que era el padre de un jugador.

– Además, usted no lleva una cámara casera, sino que es todo un equipo profesional…
– Es que a mí me va mucho más cómodo tenerla en el hombro una hora y media de pie que usar una de estas más caseras. De hecho, he tenido tres cámaras – una de ellas, por cierto, me la robaron una Nochebuena en mi casa – y si las he tenido que ir cambiando ha sido solo por el desgaste de filmar tantos y tantos partidos.

– ¿A usted le da tiempo de ver lo que filma?
– Tengo que entonar el mea culpa porque no veo los partidos enseguida que los he filmado. A mí lo que me gusta es ver jugar a mis hijos cuando eran más pequeños, aunque me cuesta mucho encontrarlos porque no los tengo bien clasificados. Eso quiere decir que cuando yo me jubile, tendré tiempo para buscar y ordenar las cintas que tengo en casa. Si ahora, me pidieses por un partido en concreto, supongo que lo tendría yo muy complicado de encontrar.
– ¿Le podemos ver en alguna cancha sin su cámara en el hombro?
– Si voy sin cámara, parecería que me tuviese que morir. No sé ir a un partido sin la cámara, he de estar ahí por si pasa algo, que no tiene porque ser nada malo, pero me gusta tenerlo. Esta es mi vida los sábados y domingos, es lo que disfruto de hacer.

– ¿Hasta cuando le veremos con la cámara en las pistas?
– Cómo digo en broma, hasta que el Parkinson que me pueda pegar me lo permita.

– ¿Qué le dicen su mujer y sus hijos de su afición?
– Ahora ya no me dicen nada, solo me preguntan si llevo la cámara, porque saben que la he de llevar. Mi mujer sabe que es una cosa que lo hago por los míos. Yo no soy hipócrita, yo no me levantaré a las tantas de la mañana a ver un partido de la NBA, pero para filmar a los míos, lo que haga falta.

A mí mujer le gusta el baloncesto, a la mujer de mi hijo mayor también. A mis nietas, como no, en especial la mayor que ya entrena en el Molinar. Y como ellos ven que disfrutamos todos, yo ya me doy por satisfecho.

– Desde el punto de vista de su cámara ¿cómo ha cambiado el baloncesto en nuestras islas?
– Yo lamento que las categorías inferiores no tengan repercusión alguna en la prensa, porque si no juegas a LEB o EBA, parece que el resto son tontos. Y la verdad es que hay muy buenos jugadores y jugadoras que juegan en categorías de base, y no sale ni una mínima reseña en prensa. También he de reconocer que han salido muy buenos jugadores de la isla porque también se ha hecho su trabajo en su momento. De hecho, mis hijos han coincidido con jugadores como Alfons Alzamora, Alberto Corbacho, Joan Riera, los hermanos Pampín, etc. En algunas cosas se ha mejorado mucho, pero la crisis que hay también afecta al baloncesto, y pasan hechos como que las selecciones inferiores de Baleares no puedan desplazarse en avión y tengan que hacerlo en barco a la península. Así es como veo el baloncesto.

Texto y fotos: T. Tenerife / www.basquetbalear.com (Fotoprens)

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