El San Rafael se estrena en casa liquidando al gallito Atco. Baleares
6 septiembre 2009 | Por Redacción | Categoria: 3ª División, FútbolEl equipo de Mario Ormaechea no pudo estrenar de mejor manera la presente temporada ante su afición. El conjunto rafaler, combinando sacrificio, músculo y pegada tumbó al todopoderoso, a priori, Atco. Baleares, conjunto que finalmente no fue tan fiero. Julio, en el primer tiempo, y Adrián Ramos, en la última acción del choque lanzan a la escuadra de Sant Rafel en la tabla clasificatoria. Dos partidos jugados, seis puntos, dos goles y ninguno encajado. ¿Quién dijo que esta escuadra iba a pelear por no descender?
Es el San Rafael un conjunto de clase obrera, un equipo que está obligado a picar piedra como el que más, pero los chicos de Mario Ormaechea tienen algo que es imprescindible en esta Tercera División: un par bien puestos. La zaga, liderada por el veterano de guerra Buti, es inexpugnable. Pedro y Javi son los cerebros y los destructores, al mismo tiempo, del grupo. A base de músculo sostienen al equipo y le dan el suficiente oxígeno para que éste no desfallezca. En las bandas conviven dos cracks: por la izquierda, el talentoso Julio y por la derecha, Tomás. Ambos son futbolistas de garantías, jugadores que desbordan, encaran portería y rematan a gol si se tercia. La punta del ataque está reservada para Salazar, autor del gol de la victoria en Campos, y Carlos Fernández, un tipo que trabaja a destajo en la zona de vanguardia.
Fue el Atco. Baleares el equipo que primero avisó a su oponente de sus intenciones en Sant Rafel. En el minuto 6, Nacho disparó desviado tras una bonita acción por su banda, la izquierda. Los chicos de Mario Ormaechea, oprimidos por la teórica superioridad de la escuadra mallorquina, se quitaron el corsé a los once minutos. Pedro, en el segundo palo, cabeceó alto un libre indirecto. La acción arrancó los primeros aplausos de la entusiasta y animada afición rafaler.
Pero con lo que nadie contaba fue con el primer gol local, obra de Julio en el minuto 13. El 10 del San Rafael, sin duda, el mejor del partido, recibió un balón de Salazar, encaró portería y disparó a la red. Nada pudo hacer el central baleárico. El veterano jugador marcaba el primer gol del San Rafael en casa en su estreno en la categoría después de seis temporadas. La cosa pintaba bien, pintaba inmejorable.
El tanto no entraba en los planes del Atco. Baleares, no estaba en el guión. Algo fallaba; el pez chico se estaba comiendo al grande.
El equipo de Pedro Mariano no era el dueño del partido; el choque se disputaba en la zona ancha y el San Rafael, ni mucho menos, era una perita en dulce.
En el minuto 13, gran acción de Julio por el flanco izquierdo, pero su centro no encontró rematador. El meta Linares atrapó el cuero y dejó en nada la talentosa acción del centrocampista rafaler. El público agradeció la hermosa jugada con aplausos.
El Atco. Baleares no inquietaba la meta de Torres; su propuesta futbolística fue rácana. Basó su opción de gol en las botas del ariete de color Peter. Se encomendó a la velocidad y calidad de su único delantero. No era suficiente. La línea defensiva rafaler no quebraba por ningún flanco. Tan sólo sufrió grietas en el minuto 32, cuando un fallo en la cesión del cuero de Adrián a Torres a punto estuvo de costar muy caro. El meta local atrapó el intento de vaselina de Peter.
El resultado no corría peligro. Los chicos de Mario Ormaechea continuaban sudando la gota gorda en la medular y el conjunto palmesano era incapaz de abrirse paso entre el muro rafaler. Julio, con un libre directo desde la frontal que impactó en la barrera, protagonizó la última ocasión para ampliar la ventaja de su equipo antes de que el colegiado, muy protestado, decretara el final del primer acto.
La consigna que dio Mario Ormaechea a sus pupilos en el vestuario fue clara y concisa: “Podemos ganar; a tope en la segunda parte. No bajar los brazos”. Dicho y hecho. El San Rafael sufrió el empuje del cuadro mallorquín, sufrió las decisiones en contra del colegiado y sufrió por defender el 1-0. Pero ganó.
En el minuto 58, el visitante Llistó, tras una falta botada a la olla por Pau Pomar, pudo anotar el tanto de la igualada, pero el testarazo no encontró portería. En el 67, de nuevo Llistó tuvo en sus botas la posibilidad de meter a su equipo en el partido, pero su tímido disparo dentro del área lo interceptó el cancerbero rafaler sin apuros. El Atco. Baleares que fue amo y señor del segundo tiempo, empujaba cada vez más. El San Rafael, desfondado por el esfuerzo del primer acto, quería, pero no podía llegar al área rival. Las poca energía que aún quedaba en las baterías locales se empleó para defender con uñas y dientes la mínima ventaja en el marcador.
La mejor ocasión de gol de los de Palma de Mallorca llegó en el 73. Llistó, de libre directo, envió el balón a la cruceta. Tocaba sufrir y mucho hasta el final.
Los baleáricos no aceptaban la derrota ante el San Rafael. Apuraron sus opciones hasta el final, final que deparó una grata sorpresa. Cuando todo el mundo pedía la hora, un error de la zaga visitante en el descuento lo aprovechó Adrián Ramos, que salió al terreno de juego por Salazar en el 60, para establecer el 2-0 definitivo y contagiar de alegría y júbilo a una afición que siempre se volcó con su equipo.
Al término del encuentro, Julio, autor del primer gol de su equipo, estaba radiante de felicidad. “Esto es muy grande. Ha sido un partido para enmarcar, el mejor estreno en casa, ante nuestra afición. Estamos todos muy contentos. Este resultado nos va a venir muy bien para afrontar los siguientes partidos”, comentó a FPI el 10 del San Rafael.
Informa: DeporteBalear.com. Fuente: futbolpitiusoibiza.com
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