Deporte Balear

Antonio Stina exige la dimisión de Pedro Ortega como condiciòn imprescindible para invertir en el Eivissa y sacar al club de la penuria económica y deportiva en que está sumido.

Involución. Ruido de sables en el Eivissa. Antonio Stina ha hablado claro y ha hecho una declaración de intenciones acerca del futuro del Eivissa.
Ha sido en Roma, con Andoni Valencia, gerente del club, como interlocutor. Valencia, ante la invitación de Stina, viajó a Roma para entrevistarse con el vicepresidente del club. Llevaba Valencia varios asuntos en cartera. El más urgente y preocupante, trasladarle a Stina su preocupación por haber firmado chques carentes de fondos expedidos a los jugadores y empleados del Eivissa para ser efectivos el 25 de julio. Además, una explicación convincente del fracaso en la gestión económica, conclusa con el impago a AFE y el pertinente descenso a Regional a principio de semana.
Stina dice tener las cosas claras y el futuro despejado. El agente FIFA italiano dejó patente y así se lo reiteró a Valencia, que Pedro Ortega (y alguno más de la directiva) debe abandonar su puesto de presidente. Los motivos de la petición están claros desde la aparición del grupo de inversores italianos: no les parecen las más adecuadas las formas de Ortega en su modelo de comportamiento, cosa que tenían clara desde el primer día. No le conceden la más mínima credibilidad a Ortega, ni dentro ni fuera del club. No sirve como presidente, a su entender. La única cuestión es saber quién le pone el cascabel al gato. El rechazo a Ortega es general dentro del club y debe abandonar el cargo por la vía que sea en lo que es una clara guera intestina.
Stina reiteró a Valencia, una vez más, su empeño en seguir adelante con el proyecto deportivo diseñado para el Eivissa. Para ello, para hacerlo viable, el abogado italiano pretende negociar a la baja la deuda que la entidad mantiene con jugadores, técnicos y empleados, liberar al Eivissa de cargas económicas y mantener el nombre del club, evitando de esta forma su desaparición.
En el aspecto deportivo Stina lo tiene planificado. La preparación de pretemporada en Italia y posteriormente el traslado a Eivissa para disputar la competición. Si no hay jugadores españoles porque el club les haya dado la carta de libertad, sobran jugadores en Italia para hacer una plantilla sobradamente competitiva.
Cuando Valencia inquirió del vicepresidente del club la necesidad urgente de disponer de efectivo en el club, Stina afirmó que el lunes 10 de agosto habría una cantidad, sin cuantificar disponible para atender algunas necesidades perentorias del día a día del club.
Sea cual sea la línea de trabajo a seguir, lo escrupulosamente cierto es que la fecha para la inscripción de equipos vence el 17 de agosto y los italianos, esto de los plazos lo entienden de una manera muy sui generis.

J.F.O.
«No es nada personal, sólo negocios»

Futbol pitiuso

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