El Real Mallorca sale del descenso
22 diciembre 2008 | Por Redacción | Categoria: 1ª División, FútbolJAUME BAUZÀ. PALMA. El Real Mallorca despidió el año con un empate tranquilizador y una imagen totalmente renovada.

Más que por el punto, el mallorquinismo puede respirar por las buenas sensaciones dejadas por los hombres de Gregorio Manzano ante un rival del que se esperaba mucho más. Un empate justo que saca a los bermellones de las posiciones de descenso y que muestra el camino a seguir a partir de ahora.
El Mallorca no se pareció al Mallorca. Los bermellones lavaron su deteriorada imagen con un partido intenso, valiente y aguerrido que difumina en parte las últimas humillaciones sufridas. En este sentido era interesante comprobar la reacción de la grada después de la pitada tributada hace dos domingos, en la dolorosa derrota ante el Recreativo. La afición animó desde el primer minuto porque necesita creer que este plantel es capaz de revertir una crisis de juego y resultados que ha llevado a este equipo a no conocer la victoria en las últimas ocho jornadas. JoaquÃn GarcÃa presenció en el palco su primer partido como presidente. Nadie esperaba que fuera a servir de revulsivo, pero el cambio en el sillón presidencial sirvió al menos para desviar la atención.
Los hombres de Manzano jugaron un partido valiente pero sin permitirse las alegrÃas que esta temporada les ha costado encajar un saco de goles. Desde los primeros compases se vio a un equipo con brÃo que metió a los sevillistas en su campo y ahogando su lÃnea de creación. El equipo de Manolo Jiménez, por su parte, no ofreció casi nada y el mérito hay que atribuÃrselo especialmente a Pep LluÃs Martà y Mario Suárez, excelentes en la contención, en la distribución y en el robo de balones. También funcionaron los cambios que habÃa dispuesto Gregorio Manzano. Josemi y Scaloni compartieron la banda derecha y Varela se fue a la izquierda, lo que aportó más equilibrio al conjunto.
En la primera parte se vio un esbozo de buen equipo que acabó confirmándose como una realidad. El Real Mallorca juntó las lÃneas, hizo circular la pelota con criterio y asfixió a los sevillistas, que apenas pudieron hilvanar jugadas. Pronto se vio que no iba a haber lugar para la batalla desigual que habÃa pronosticado un entorno demasiado pesimista. El peligro ni siquiera vino de las bandas. Al Mallorca se le notan las costuras por los laterales. Pero afortunadamente ni Navas ni Capel -ambos son la mejor carta de presentación de este Sevilla- tuvieron su dÃa y Corrales y Josemi cerraron sus particulares duelos con dignidad. Fue por tanto un partido muy igualado que sólo iba a poder decantarse en alguna jugada aislada.
El Sevilla dispuso de la mejor ocasión del partido en la primera mitad en las botas de Capel. El extremo disparó al larquero tras un gran centro de Navas. El rechace fue suave a Lux, pero el portero argentino se hizo un lÃo y a punto estuvo de marcarse un gol al intentar despejar la pelota. El meta es un manojo de nervios. La afición lo entendió y cambió los pitos de hace dos semanas por aplausos cada vez que tocaba la pelota.
El Mallorca tenÃa el partido controlado, pero sus apariciones por el área sevillista no llevaron demasiado peligro. Para el recuerdo, sólo un cabezazo de Nunes y un remate de Varela.
Los dos equipos se estiraron algo más en la segunda parte y abandonaron el tacticismo que habÃa presido toda la primera mitad. Hubo más alegrÃa en el juego ofensivo, pero este cambio no se tradujo en ocasiones claras de gol. Kanouté salió al terreno de juego para acompañar a un horroroso Luis Fabiano. No aportó nada porque los dos puntas estuvieron muy bien vigilados por Nunes y Ramis. Romaric tuvo la ocasión más clara del Sevilla al rematar una pelota que Lux despejó con una mano milagrosa. No hubo más por parte de los visitantes.
Pep LluÃs Martà y Mario siguieron manejando el timón con solvencia. La pareja se adueñó del centro del campo y anuló a Renato y Duscher. Pasaban los minutos y cada vez estaba más claro que el duelo iba a acabar en empate a cero entre un Mallorca disciplinado y un Sevilla decepcionante.
La igualada se construyó desde la intensidad defensiva. Nunes e Iván Ramis volvieron a mostrarse con una seguridad olvidada en los últimos compromisos. Por fin el Mallorca acabó un partido con la puerta a cero, aunque parte del mérito recayó en el mal papel de los célebres puntas sevillistas.
Tampoco los delanteros bermellones pueden dar saltos de alegrÃa. Sigue faltando pegada y ajustar el punto de mira entre los tres palos. El Mallorca volvió a ofrecer un buen puñado de remates, pero los argumentos ofensivos de este equipo son insuficientes para ganar partidos. Los disparos lejanos de los centrocampistas, las particulares batallas de Aduriz contra el mundo y alguna pelota cazada por Arango en el área es lo único que ofrece el Mallorca en la parcela ofensiva.
Queda mucha Liga por delante y más trabajo por hacer. Los hombres de Manzano no pueden abandonar su recobrada intensidad para que el partido de ayer no se quede en un espejismo. El choque dejó algunas buenas noticias, pero lo más importante es que haya servido para poner la primera piedra que permita la reconstrucción de un conjunto muy tocado.
Informa:deportebalear.com /fuente:diariodemallorca.es
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