Deporte Balear

El presidente anuncia a su entorno que no tiene previsto acudir a la junta de accionistas del viernes y que delegará en su abogado

Vicenç Grande prepara una espantada para la junta de accionistas del Real Mallorca que se celebrará el próximo viernes. Consciente de que difícilmente se aprobarán las cuentas que presentará, el máximo accionista de la entidad mallorquinista medita no presentarse a la cita, dimitir en calidad de presidente y delegar en el abogado Joan Font, que tendría plenos poderes.
Grande ya comentó sus intenciones -calificada de «actitud cobarde» por personas allegadas al presidente- al término del partido frente al Recreativo de Huelva, que acabó con la dolorosa derrota por 2-3. En aquella reunión, que se prolongó por espacio de media hora con toda la plana mayor del club presente, incluido el entrenador Gregorio Manzano, los asistetes frenaron la dimisión de Grande, aunque éste les dijo que dimitiría por carta antes de la junta de accionistas al reconocer que se había visto superado por los acontecimientos.
El presidente del Mallorca medita delegar en el abogado del Grupo Drac, Joan Font, para que presida una junta de accionistas que se presume «caliente» por parte de algunas de las personas que asistirán. Y es que muy pocos están dispuestos a aprobar unas cuentas que no están nada claras. Más bien confusas. Quince millones de euros que estaban en caja el pasado 29 de agosto han desaparecido, sin que Grande haya dado ningún tipo de explicación. Si acude a la junta las tendrá que dar. Tal vez por eso está pensando muy seriamente en la posibilidad de no asistir. El presidente sabe que no aprobar las cuentas supone una reprobación en toda regla a su gestión al frente de la entidad, que lidera desde junio de 2005.
Si Grande decide no presentarse, otra de las personas en las que puede delegar es en Joaquín García, su hombre de confianza. Grande es el administrador de Binipuntiró S.L., empresa que forma parte del concurso voluntario de acreedores por el Grupo Drac, pero puede nombrar a un apoderado, que sería Joaquín García como representante de Binipuntiró.

Acorralado

En lo que coinciden casi todos es que Grande puede estar viviendo sus últimos días al frente del Mallorca. Si Shepherd da el paso definitivo para la compra, no se podrá negar por baja que sea la oferta. En cualquier caso, nunca lo haría porque, por primera vez en mucho tiempo, se siente acorralado. Por la presión de los propios miembros del consejo, por los accionistas y por los administradores concursales, que están dispuestos a actuar a la mínima oportunidad que tengan.
Es más que probable que Grande no comparezca el próximo domingo en el palco del Ono, en el último partido de su ´annus horribilis´ contra el Sevilla. No quiere pasar la vergüenza sufrida ante el Recreativo, en una de las pitadas más sonoras que se recuerda en años. No fue por casualidad que la ira del respetable fuera dirigida al palco y no al terreno de juego donde los jugadores ofrecieron un penoso espectáculo.
Si, como todo parece indicar, no se aprueban las cuentas, la situación de Grande será del todo punto insostenible, pese a que cuenta con la mayoría del paquete accionarial. El club juega el viernes una final.

Informa:deportebalear.com /fuente:diariodemallorca.es

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